Sin Ganas



no tengo ganas de escribir
ni de leer
ni de escuchar
ni de hablar....

tengo ganas de hacer nada.....

pasa...
yo me voy, chau....

La Chica del Chevy rojo

Estaba ahí, sentada sobre el capot del auto, con sus botas verdes llenas de lentejuelas azules.
Obviamente los albañiles no paraban de mirarla, le gritaban, la ostentaban a largar al menos sonrisas, sin resultado.
Ella , estaba ahí solo por un motivo; el chico de las tablas de oro, un neo hippie que odiaba a los Redonditos de Ricota , pero que admitía que La hija del fletero era un temazo, y que de vez en cuando agradecía los besos que ella le regalaba.

Pero pasaban las horas y nada, sola pensaba en lo bueno que estaría poder fumarse uno, mas no tenia nada de nada, malditas noches vacías, solo tabaco y encima mojado. Odiaba el tabaco . Así que se puso a llamar a sus amigas por Telefonopatia, su materia preferida en la escuela de magia. Hablo con tantas que la noche se había hecho ya día, y los árboles se dejaban ver bien verdes.
Mas el chico de la tablas de oro no venia y la chica del Chevy rojo estaba empezando a dudar de la realidad de la cita… pensó que quizás era fruto de su mente, que él no sabia nada de que ella estaba ahí esperándolo, justamente…. el no sabia nada… y no vino (dijo)…. cuando hacen falta las palabras no hay mas nada que decir…. y se fue sola… manejando su Chevy…

Yo, pobre tonta

Y simplemente no podía creer que los dedos de las manos no me alcanzaban para contar a todos mis grandes amigos. Que belleza de época entre músicas y encantos adolecencíales.

Es verdad lo admito, me gusta llamar la atención, me gusta que la gente me vea y sepa quien soy, ando por el mundo buscando interacciones, que alguien me regale un par de halagos. Pero no, por favor te pido que no me juzgues así… duelen esas palabras y al final soy solo una niña un poco enferma, triste y muy melancólica. Dices lo que dices por temor a conocerme , y ni te imaginas cuanto es honda esta pena mía.
Ahora que estoy tratando de cambiar me bombardean. Me dicen que no va, que tengo que cambiar màs, aun màs,, y hasta donde llega? hacia donde voy así de sola?
No quiero estar así de triste. Hay días en los que la melancolía se me va de las manos y recorro pasajes demasiado lejanos, demasiado sombríos.
Entonces deja de ser arte dulce.






"....Mas aya de cualquier zona prohivida hay un espejo para nuestra trasparencia...."
de "El arbol de Diana" de Alejandra Pizarnik