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Placentera traslacion

El no se que de tus ojos me trastorna, esos ojos que no se de donde vienen, pero que vienen y que a su vez van. Y el café que me ofreces de vez en cuando y ese modo de hablar tiernamente y de caminar y de moverte. Justo hoy, que no me están más convenciendo las palabrerías y demás silabas, hoy has venido justo tú a mirarme así tan serenamente. Y cuando justo yo te estoy mirando, y nos encontramos... no puedo ni saber que es de tu cuerpo por que ni presiento más que las luces tenues de tus pupilas oscuras y ay...
Ay… no puedo ni hablar, ni mirar otra cosa que no sean ellas. Infinitamente ellas. Absolutamente ellas. No se, pero hay algo que tiembla y se mueve y hace un poco bien y un poco mal. Hoy quiero solo dejarme llevar por ese espacio que de algún modo inventamos entre nosotros y que mi traslación no sea ningún tipo de fenómeno premeditado ni nada de eso que pueda hacerme mas pensar.